Hace mucho frío cuando Artaud el Muerde Muertos es quien sopla | Manifiesto Artaud de Todo

Los hombres malos usan sombrero

Los hombres malos usan sombrero, de Lucas Berruezo (Muerde Muertos, 2015), novela, 100 páginas. Prólogo: Elsa Drucaroff. Arte y diseño de tapa: Mica Hernández. ISBN 978-987-29741-5-2.

LOS HOMBRES MALOS USAN SOMBRERO. En un bar porteño, Alejandro Paredes descubre una nena perdida. Ella le revela que la persiguen seres que ocultan su verdadera identidad utilizando sombreros. Aquel onírico encuentro sacude la monótona vida del hombre —vendedor de celulares—, quien se siente rozado por lo desconocido. Frente al destino en clave de enigma, deberá decidir entre actuar o abstenerse, entre creer o no en un universo apenas vislumbrado. De una certera comprensión de los hechos, dependerá su felicidad... o el horror.

TERMINÉ Y ME QUEDÉ TEMBLANDO...

¿Por qué una novela nos asusta? ¿Y por qué, aunque nos asusta, nos atrapa hasta no poder soltarla? ¿Y por qué, aunque nos angustia, sentimos en esa angustia, en ese miedo, un raro placer?
Leí Los hombres malos usan sombrero con la deliciosa, rara fruición con que me sumergí muchas veces en Lovecraft, en Stephen King, en esa maravillosa novela de Carlos Feiling llamada El mal menor. Como me pasó con ellos, terminé Los hombres malos usan sombrero y me quedé temblando. Pero antes había ingresado serenamente a sus páginas de universo cotidiano, conocido, de conflictos esperables, y había disfrutado que todo de a poco empezara a enrarecerse y con el enrarecimiento naciera, suavemente, el miedo. Un miedo que ya no se fue hasta el instante final de la novela. Del prólogo de Elsa Drucaroff


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