Hace mucho frío cuando Artaud el Muerde Muertos es quien sopla | Manifiesto Artaud de Todo

“Hay que matarlos a todos”


Hay que matarlos a todos, de Pablo Tolosa (Muerde Muertos, 2017), novela de terror, 140 páginas. Edición: José María Marcos. Arte de tapa: Patricio Graham. Diseño de tapa: Mica Hernández. ISBN 978-987-29741-9-0.

UNA SICODÉLICA Y ANÁRQUICA INCURSIÓN LOVECRAFTIANA

Lo primero que leí de Pablo Tolosa fue el cuento de profunda raigambre lovecraftiana “El que habita en las arenas” y, aparte de sus agudas referencias al maestro de Providence, me fascinó su rabiosa y frenética prosa tan actual. 
Hay que matarlos a todos es una novela en apariencia muy diferente, aunque en la misma onda, solo que llevada al paroxismo. 
Podría hablarse de una suerte de literatura explosiva, grotesca, desinhibida, traumática, apocalíptica: una pavorosa mezcla de géneros clásicos como el thriller, el terror o la ciencia ficción, con otros mucho más recientes y desaforados como el splatter, el gore, el cyberpunk, el gorno o la carnography, que si bien no deja de evocar por un lado a los tiernos e implacables freaks de Tod Browning o a las inconcebibles criaturas nauseabundas e impías que merodean al acecho en los libros de HPL o de su ilustre predecesor William Hope Hodgson, es además deudora de los abyectos y espeluznantes engendros posmodernos de todo el cine de Cronenberg o de películas como Alien, The Thing, Hellraiser o incluso Matrix, y también, cómo no, del perturbador creepycrawling del siniestro Charles Manson, del que parece ser una especie de guiño sanguinolento.
“Somos dados en la mano del destino”, parece ser el leitmotiv de esta anárquica y sicodélica incursión en el orgiástico delirio colectivo producido por los explosivos tiempos actuales, cuyo innegable impacto y revulsivo radica tanto en su rico caudal de invención como en la excitante descarnadura, concisión y velocidad con que se narra.