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Haikus Bilardo: Reseña en Télam

SLT Nº 130. Jueves 29 de mayo de 2014.
Mundiales 86 y 90: 
fútbol, pasión y poesía

Haikus Bilardo (Muerde Muertos, 2014), de Fernando Figueras y José María Marcos, e ilustrado por Matías Berneman, es una evocación sentimental y apasionada de aquellos dos mundiales de fútbol (Méjico 1986 e Italia 1990) en los que la Selección Argentina, con la dirección técnica del doctor Carlos Salvador Bilardo, ganó el primero y fue subcampeona en el segundo.


El haiku es una forma de poema que aparece y se desarrolla en Japón desde el siglo XVI. Algunos estudiosos de la literatura de Oriente ven en su origen al antiguo katauta, que oscilaba entre la forma de tres versos formados por cinco sílabas, seguidas de siete y finalizadas en otras cinco o, en su defecto, finalizada en otras siete. El haiku toma la primera de  estas formas, ya que su efecto poético resulta ser mucho más impactante. La esencia del haiku es la relación de lo dicho con lo silenciado, de la palabra con la emoción, de la pausa y la sílaba con el recuerdo de lo vivido, de la nostalgia, de la comparación entre lo que fue y lo que podría haber sido, así como la correspondencia del hombre con la naturaleza.
Las diecisiete sílabas del haiku invaden al lector desde una imagen del presente que induce a una evocación profunda y que se vinculan sin oposición, directamente, a sus sentimientos.
En Argentina, uno de sus mayores cultores fue Jorge Luis Borges, quien en El oro de los tigres y en La cifra incluye varios haikus tradicionales (quizá no sea una casualidad que, más allá del poema que da título a la segunda obra, “la cifra” de haikus sean diecisiete, como las sílabas que los componen.

La vieja mano
sigue trazando versos
para el olvido.
Jorge Luis Borges

Desde mediados del siglo XIX y principios del XX, los poetas japoneses comienzan a reinventar la escritura de haikus, manteniendo su esencia de convocar a lo interior desde el afuera, pero tomándose ciertas “licencias silábicas”. A estas tendencias se las conoce como Shintaishi y Shinkeikoo.
En el campeonato mundial de 1986, en Méjico, el director técnico del seleccionado argentino presenta una idea táctica que venía desarrollando desde 1982, cuando entrenaba a Estudiantes de La Plata: el 3-5-2, que, hasta el presente, veintiocho años despues, es considerada como la última gran variante táctica en la historia del fútbol.
En Haikus Bilardo, Fernando Figueras y José María Marcos le escriben desde el corazón a los logros, a las desventuras, a los infortunios, al heroísmo, al barrilete cósmico de Villa Fiorito, a las manos mágnéticas de Goycoechea, al “error” de Codesal, a la certera definición de Burruchaga, a esas dos finales,  a esos momentos extraños y, lamentablemente, tan espaciados en el tiempo, en los que por más diferente que pensemos u obremos, nos sentimos unidos, hermanos, argentinos.
Pero, como buenos ejemplares de esa especie literaria que se juntan y se mezclan en la editorial Muerde Muertos, los autores desbordan el molde y van más allá: logran que la emoción del antiguo haiku tradicional del 5-7-5, aparezca en esta conmemoración del siglo XXI: el haiku Bilardo del 3-5-2.
A la ficción, al homenaje, se le agregan anécdotas y testimonios, tanto de protagonistas como de testigos.

Alemania (*)

Celestes,
verdes, delirio,
gritos.

Azteca,
cancha jamás
nunca.

Equipo
de Rummenigge,
duro.

Un centro
de Burru, ¡gol
Tata!

Enrique,
Diego, Valdano,
brillo.

Dos centros,
dos goles verdes,
llanto.

El sueño
se desvanece,
Diego.

¿Por qué
nos dejaste, oh,
padre?

Que se
agriete el mar
rojo.

¡La magia
de Dios y gol
Burru!

¡Equipo
campeón del
Mundo!

¡Bilardo,
Argentina, oh,
haikus! 

(*) Narración poética del encuentro Argentina 3-Alemania 2 (Mundial México 86).

Haikus Bilardo se presentó en el 4º Festival Azabache. En la foto,
Javier Chiabrando, Fernando Figueras, José María Marcos y Matías
Berneman. Plaza del Agua (Mar del Plata). Domingo 18 de mayo de 2014.
Fernando Figueras nació en 1970. Es profesor de música. En Muerde Muertos publicó su primer libro de cuentos Ingrávido (2010) y la nouvelle divague Quepobrestán (2013).
José María Marcos es autor de las novelas Recuerdos parásitos (2007) y Muerde muertos (2012), las dos escritas con su hermano Carlos, y el libro de cuentos Los fantasmas siempre tienen hambre (2010). Es Magíster en Periodismo y Medios de Comunicación.
Matías Berneman, el creador de los haiga (dibujos a la tinta que acompañan a los haikus y los completan), además de ser licenciado en Psicología es dibujante e ilustrador. Fue uno de los artistas visuales que en 2013 formaron parte del homenaje a Alberto Laiseca: iluSORIAS.
Para finalizar, unas palabras de Sergio Olguín sobre Haikus Bilardo: “...los haikus bilardistas están vivos y fueron escritos para mayor gloria de una selección inolvidable. Si dentro de unos siglos estallaran los sistemas electrónicos, se borraran todos los archivos digitales, la humanidad tendrá estos versos para recordar dos momentos de memoria, junto a la Odisea o el Ramayana”.
Y tres líneas sacadas de contexto, pero que ojalá sean una premonición para lo que viene pronto:

Y el bando
verde amarelho
sufre.